CONEXIÓN OCÉANOS II: Entrelazos & Claudia Bahamón

 

Aunque muchas personas van al océano a desconectarse. Esta vez junto a Claudia Bahamón, volvimos a él en búsqueda de una conexión real.

Y fue así como entre arrecifes coralinos, praderas de pastos marinos, playas, mar abierto y bosques secos tropicales, llegamos a SEAFLOWER; un hopespot del Caribe Colombiano y el lugar que inspiró CONEXIÓN OCÉANOS II: nuestra nueva colección. Una más, llena de historias, todas narradas bajo estas aguas, en el mar de los siete colores alrededor de San Andrés y Providencia.

Bienvenidos a este viaje dónde los protagonistas son las misteriosas y cautivadoras especies que danzan entre los corales y nos recuerdan la importancia de cuidar para habitar un mar rebosante de vida.

La aventura inició cuando elevaron el ancla y mientras la brisa meneaba nuestra embarcación, nos contaron los amigos isleños que al caribe hace un tiempo, trajo el hombre a un forastero; a uno muy impresionante.

El Pez León:
Imponente en su nado, muy ágil y cauteloso, un pez nativo del océano indico que en nuestras costas no tiene un depredador natural y donde al reproducirse tan rápidamente, altera el equilibrio del ecosistema. Entidades especiales han entregado la misión a buzos, apneistas y activistas, de concientizar sobre la importancia de cazar con arpón a esta especie, controlando de esta manera, su invasión.
Continuamos el viaje y llegamos a los Arrecifes de coral, un punto clave en nuestra historia.
Estas ciudades submarinas, que deben estar llenas de color como indicador de un océano sano. Nos inspiraron a diseñar muchos de nuestros tesoros.
Sumergidos ya en la profundidad, fue El Pez Loro quien nos dio la bienvenida. Pequeñito y de tonos llamativos. A él, decidimos hacer un tributo, pues es el responsable de elaborar el 70% de la arena que encontramos en el fondo del océano y la misma que luego llega a nuestras playas.
Cruzamos el límite que marcaban las boyas para ver de nuevo a las Mantarrayas, sorprendernos con las suspicacia de los caballitos de mar, nadar junto a el majestuoso tiburón Aletiblanco y admirar peces de todos los tamaños.
Todos ellos nos fueron mostrando el camino y mientras los conocimos, más ganas teníamos de volver a tierra firme para contarle al mundo sobre su magia.
Cada una de estas especies se convirtió en nuestra musa y logramos trasladar lo sublime de sus formas a piezas llenas de encanto que podrás usar todos los días como un amuleto de conexión real.
Esta cápsula reúne en 14 referencias, un mensaje de consciencia sobre nuestros actos, los mismos que impactan directamente la casa que todos compartimos: El Planeta.
Conoce más de CONEXIÓN OCÉANOS II y enamórate de las joyas que creamos especialmente para ti.

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